Desde una edad temprana, albergé un miedo profundamente arraigado al cuerpo de agua, constantemente cauteloso que debajo de sus superficies serenas acechaba un tiburón listo para atacar. Este miedo solo fue amplificado por las películas de tiburones, que continuamente me recordó que la imprevisibilidad de la naturaleza podría surgir en cualquier momento. El concepto B