Donkey Kong Bananza sucede a Super Mario Odyssey en Switch 2

Justo antes de mi sesión práctica de dos horas con Donkey Kong Bananza, Nintendo confirmó lo que muchos sospechaban desde el anuncio del juego: el mismo equipo detrás de Super Mario Odyssey está desarrollando este juego de plataformas en 3D. Y se nota — Bananza captura a la perfección la esencia de Odyssey. Inmensas áreas abiertas están repletas de plátanos coleccionables (que reemplazan a las lunas), NPCs útiles dan pistas sobre tesoros ocultos, y ingeniosos puzles ambientales premian la curiosidad. Incluso las versátiles opciones de movimiento de Kong parecen sacadas directamente de Odyssey, consolidando esto como un sucesor espiritual.

Donkey Kong Bananza: Capturas de Pantalla Oficiales

Ver 27 Imágenes

A pesar de las mecánicas familiares, Bananza talla su propia identidad al intercambiar a Mario por el encanto brutal de Kong. En cuestión de minutos, me enamoré del poder puro de DK — destrozando entornos con puñetazos atronadores, aunque moviéndose con una agilidad inesperada. Sus movimientos pesados hacen que cada acción sea impactante, desde excavar a través del terreno hasta enviar enemigos volando. Esto no es solo Odyssey con otro aspecto; es la aventura 3D de Donkey Kong que los fans merecen.

Mi demo comenzó en las minas de Isla Lingote — un área tutorial que presenta el combate único de DK. A diferencia de las acrobacias de Mario, Kong se basa en puñetazos direccionales: X para ganchos altos, Y para puñetazos rápidos, B para golpes en el suelo. Este sistema te permite cavar túneles creativamente, aunque la dureza del material afecta el progreso. La tierra suave se desmorona al instante, mientras que las rocas más resistentes requieren picos improvisados. La destrucción ambiental no es solo cosmética; es central para la navegación y la resolución de puzles.

El repertorio de movimientos de DK combina una destrucción al estilo Hulk con una sorprendente fineza. Más allá de los puñetazos, rueda como un barril, desliza rocas destrozadas como tablas de surf y deja cráteres con golpes sísmicos. Aunque la exploración carece de la precisión de los saltos de Mario, Kong lo compensa con pura fisicalidad — cada acción refuerza su personalidad de potencia. Incluso los movimientos simples resultan emocionantes cuando paisajes enteros se desmoronan bajo tus pies.

La Capa de la Laguna reveló la estructura de Bananza: mundos de múltiples niveles con objetivos interconectados. Aquí, las fuentes de agua contaminadas crearon desafíos de plataformas que recuerdan a las clásicas fases de DK Country. Los objetivos principales aparecen como puntos de exclamación, pero la verdadera alegría viene de desviarse — ya sea irrumpiendo en cuevas sumergidas mediante golpes en el suelo oportunos o descubriendo fósiles moneda para mejoras cosméticas. La densidad de secretos rivaliza con las cacerías de lunas de Odyssey.

Las fases posteriores introdujeron las "Transformaciones Bananza" — potenciadores temporales alimentados por el oro recolectado. La Forma Kong amplifica la fuerza de DK para demoler obstáculos indestructibles, mientras que la Forma Avestruz otorga movilidad aérea mediante planeos cortos. Un árbol de habilidades mínimo mejora estas capacidades, aunque la mayoría de las mejoras parecen incrementales. Aun así, encontrar cada plátano (ganando puntos de habilidad por cada cinco recogidos) se vuelve adictivo gracias a los ingeniosos puzles ambientales.

El modo cooperativo refleja el enfoque asistencial de Mario Galaxy: el Jugador 2 controla a Pauline, disparando notas musicales como proyectiles. Usando los controles de puntero del Joy-Con, pueden cargar disparos absorbiendo materiales del entorno. Aunque claramente diseñado para dúos de padre/madre e hijo/a, carece de profundidad para jugadores experimentados. Por el contrario, el diseño de niveles por capas brilla — las zonas apiladas verticalmente recuerdan la creatividad compacta de Mario 64 mientras incorporan la exploración de Odyssey. Los viajes rápidos entre subcapas mantienen el ritmo.

Después de dos horas, me marché completamente cautivado. Bananza no solo trasplanta el marco de Odyssey — lo reinventa a través de la fisicalidad de Kong y las mecánicas de destrucción. Para los fans de DK, esto se siente como la interpretación 3D definitiva que hemos estado esperando desde los años 90. ¿Y para los devotos de Mario? Es la solución perfecta hasta que llegue la próxima obra maestra de plataformas de Nintendo.