La decisión de Ubisoft de cerrar The Crew desató una petición a nivel europeo exigiendo protección legal para las compras de juegos digitales. Este artículo explora los objetivos de la petición y la lucha para preservar las inversiones de los jugadores en los juegos en línea.
En Europa se está llevando a cabo un movimiento importante para proteger la propiedad de los juegos digitales de los jugadores. La petición "Stop Killing Games" insta a la Unión Europea a aprobar una legislación que impida a los editores hacer que los juegos no se puedan reproducir después de finalizar el soporte.
El organizador de la campaña, Ross Scott, confía en el éxito y cita la alineación con las leyes de protección al consumidor existentes. Si bien la aplicación de la ley propuesta se limitaría a Europa, Scott espera que su impacto en este importante mercado fomente el cambio global, ya sea a través de una legislación similar o estándares para toda la industria.
La campaña se enfrenta a un obstáculo importante: la "Iniciativa Ciudadana Europea" requiere un millón de firmas de toda Europa en el plazo de un año para activar una propuesta legislativa formal. La elegibilidad es simple: ciudadanos europeos en edad de votar (la edad varía según el país).
Lanzada en agosto, la petición ya ha obtenido 183.593 firmas. Si bien aún queda un esfuerzo considerable, el plazo de un año ofrece un camino realista para lograr el objetivo.
La abrupta terminación de los servicios en línea de The Crew por parte de Ubisoft en marzo de 2024 destacó el problema, eliminando efectivamente la inversión de 12 millones de jugadores.
El cierre de juegos solo en línea como SYNCED y Warhaven de NEXON en 2024 subraya aún más el problema de la pérdida de inversión en juegos que no se pueden reproducir.
"Es una forma de obsolescencia programada", explica Scott en un vídeo de YouTube. "Los editores están destruyendo juegos que ya han vendido, pero se quedan con el dinero". Compara esto con la era del cine mudo, donde los estudios destruían películas para recuperar la plata, lo que provocaba la pérdida permanente de innumerables películas.
La petición tiene como objetivo simplemente garantizar que los juegos sigan siendo jugables en el momento del cierre. La iniciativa establece que la ley propuesta requeriría que "los editores que venden o licencian videojuegos a consumidores en la Unión Europea... dejen dichos videojuegos en un estado funcional (jugable)". El método de implementación específico quedaría en manos de los editores.
La iniciativa también busca abordar los juegos gratuitos con microtransacciones, argumentando que la pérdida de acceso a los artículos comprados constituye una pérdida de bienes. El ejemplo de Knockout City, cerrado pero luego lanzado como un juego gratuito con soporte de servidor privado, demuestra una posible solución.
Sin embargo, la iniciativa no exige: renunciar a los derechos de propiedad intelectual; publicar el código fuente; brindando apoyo infinito; alojamiento de servidor obligatorio; o asumir responsabilidad por las acciones del jugador.
Para apoyar la campaña, firme la petición "Stop Killing Games". Recuerde, sólo es válida una firma por persona. El sitio web proporciona instrucciones específicas de cada país para evitar invalidar firmas.
Incluso los residentes no europeos pueden ayudar creando conciencia, enfatiza Scott. El objetivo final es crear un "efecto dominó" dentro de la industria del juego para evitar futuros cierres de juegos.